Ya nos estamos acostumbrando que los partidos políticos postulen como candidatos a diputados a figuras reconocidas por la ciudadanía como deportistas, periodistas o actores/presentadores de televisión.
Esto no tendría nada de malo si es que esas personas estuvieran realmente capacitadas para ese cargo; pero nos ha tocado ver a diputados que no pueden leer bien ni aportar nada al país; otros que no cuentan ni con la preparación, ni la actitud para legislar, para pensar, para razonar y por ese motivo se llenan de "asesores" quienes son los que deciden lo que debe hacer el diputado en las votaciones.
Obviamente se entiende que esto ocasiona, aparte de los costos que lo pagamos todos, un retraso e ineficiencia en el manejo del estado, que lo volvemos a pagar todos.
Por ejemplo, todavia no entiendo como una diputada se pone a estudiar su carrera universitaria y posterior maestría mientras ejerce funciones dirigenciales dentro del congreso; no lo hizo en 8 años luego del colegio y se pone a hacerlo cumpliendo una delicada actividad nacional. A este paso me tocará vivir para ver un presidente en funciones estudiando bachillerato, luego 3º nivel y luego doctorado, todo esto en un tiempo record de 4 años.
Esto definitivamente es culpa del elector, porque no analizamos el voto...¿o no sabemos como analizarlo? ¿si tuvieramos una tabla de referencia sobre las cualidades que debería mostrarnos un candidato, elegiríamos mejor?.
Esto es diferente a los requisitos legales que debe cumplir un candidato; es conocer ciertos aspectos de su preparación, de su vida personal que nos haría confiar que ejercería la diputación con exito para él y obviamente para el país.
Trataremos de hacer esa tabla:
1.- Tener en cuenta la preparación académica; sin ser garantía de éxito, es una prueba que el candidato tiene capacidad intelectual. La preparación académica no debe ser un requisito legal para ser diputado pero los electores si deberían tenerlo en cuenta.
2.- Antecedentes de labores sociales o comunitarias (no confundir con actividades sindicales).
3.- Antecedentes de liderazgo.
4.- No tener antecedentes penales ni infracciones judiciales ni problemas con la justicia.
5.- Revisar sus infracciones de tránsito, ¿conducción en estado de ebriedad, faltar al respeto a la autoridad, pasar semáforos en rojo, etc?
6.- No presentar problemas financieros; ideal conocer su calificación en la central de riesgo.
7.- Sus relaciones personales con su familia sanguinea y política
8.- Sus relaciones personales con sus vecinos.
9.- Sus relaciones con su pareja, hijos.
10.- Alguna experiencia, virtud, cualidad, logro alcanzado que demuestre que sería muy valiosa para el ejercicio del cargo.
Realmente nada de esto es garantía si en realidad el candidato resulta ser un resentido, sicópata y un infeliz ladrón, lleno de avaricia y envidia. Pero considero que se minimizan las posibilidades de errores
Si realmente meditáramos nuestro voto, otra sería nuestra historia.
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