Desde que era un niño siempre me interesó y sedujo la historia del Ecuador, quizá por la forma narrativa y de novela de aventura con la que escribió el padre Juan de Velasco, o quizá por la manera en que mis profesores nos detallaban esa historia, que hacían que uno las viviera.
Recuerdo la historia de muchos de los presidentes que han gobernado este país, el libro de Oscar Efrén Reyes es una joya al respecto, y de todo lo bueno que cada uno ha hecho: en el plano educativo, cultural, industrial, obra pública, etc; unos, amigos de la iglesia y otros, enemigos de ella, unos de tendencia derechista y otros de tendencia izquierdista.
Pero lo verdaderamente cierto en todos estos años de vida republicana, es que es una historia tumultuosa, de revueltas, crímenes, guerras internas, revoluciones, con cada facción alegando que lo hacían por el pueblo y el desarrollo del país. Y la conclusión real, objetiva, que todos la podemos ver es un país con una gran masa de pobres, un país subdesarrollado y un nivel cultural muy bajo ¿estoy mintiendo?.
Entonces, ¿cual es la gran obra de García Moreno o Eloy Alfaro? ¿abrir mas escuelas, iniciar la construcción del ferrocarril, terminarla, separar la iglesia del estado, etc son las grandes obras? ¿en la epoca de ellos lograron subir el nivel de vida de la población y luego de ellos se volvió a hundir? No lo creo.
Lo que creo es que los ecuatorianos hemos vivido con gobernantes cuenteros, ladrones, ambiciosos, vagos, borrachos, megalómanos, autócratas y déspotas.
Siendo la excepción la regla, ninguno ha sido un demócrata estadista, y de ahí viene el triste resultado del país.
Mientras no tengamos un presidente realmente progresista, con un objetivo claro de crear una gran masa de población de clase media, ya no la consabida figura de la pirámide en las clases sociales sino de una figura de diamante, entonces nuestro futuro seguira siendo el mismo que la epoca de inicio de la república.
Dios salve al Ecuador...
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