2016-04-30
Existen varios factores que hacen decidir nuestro voto:
1.- Nuestra tendencia política... si nuestra afinidad es de derecha o de izquierda
2.- La tendencia natural del ser humano de seguir al que va primero en las encuestas (por ese motivo la importancia de las redes y los llamados TROLLS, que hacen creer al electorado que tal o cual candidato goza de la simpatía general; o la importancia del gasto en la propaganda).
3.- El discurso del candidato: su retórica, ofrecimientos, promesas, vehemencia, etc.
4.- Nuestra satisfacción o decepción al status quo.
En otras palabras, damos el voto por nuestro sentir, nuestro instinto, la necesidad de realizarnos o sentirnos realizados, pero no hacemos, jamas hacemos, un análisis objetivo del candidato, y por ese motivo es que fallamos tanto cuando votamos, y hemos fallado siempre, en mayor o menor grado; respóndase a una pregunta: ¿usted está de acuerdo en la situación actual del país? Si su respuesta es negativa, entonces volvimos a fallar.
El problema radica en que debemos aprender a ser objetivos en el momento de dar nuestro voto. Entonces, lo primero que debemos hacer es descartar nuestra tendencia política, no importa si es derecha o izquierda, lo verdaderamente importante es que ese candidato nos lleve por el sendero del desarrollo y crecimiento económico que tanto anhelamos y que a todos nos gusta.
Entonces, algunos puntos a tener en cuenta para decidirnos, objetivamente, a quien dar el voto y minimizar las posibilidades de errores, son los siguientes:
1.- No des tu voto a un candidato que tiene problemas de promiscuidad: varias parejas al mismo tiempo, hijos fuera de matrimonio, etc.
2.- No des tu voto a un candidato que tiene antecedentes de maltrato familiar: agresiones a la pareja, a los hijos o familiares. De estos dos puntos podemos decir que si no respeta a su familia, peor va a respetar a los que quiere dirigir.
3.- No des tu voto a un candidato que tiene antecedentes oscuros: participación en grupos armados, violencia juvenil, denuncias por estafa, robos, etc.
4.- No des tu voto a un candidato que proviene de un hogar disfuncional: padre o madre agresivos, violentos o con antecedentes delictivos. Es cierto que los hijos no deben cargar la culpa de los padres, pero hijo de lobo lobezno es; además, estamos hablando de alguien que dirigirá el destino de miles de personas, ¿quieren arriesgarse...?
5.- No des tu voto a un candidato que habiendo sido toda su vida político, vive lujosa y ostentosamente. Este es uno de los puntos que menos entiendo del ecuatoriano: vemos políticos que de pobre pasan a millonarios y volvemos a darles el voto, sin cuestionar el origen de su fortuna.
6.- No des tu voto a un candidato que no pueda justificar el origen de su fortuna.
7.- Reflexiona profundamente sobre la experiencia y edad del candidato. La historia nos dice que muy jóvenes tienden a ser impulsivos, agresivos y audaces, mientras que la edad nos habla de ecuanimidad, suavidad y serenidad.
En lo personal, aparte de todo esto, opto por un candidato que pueda demostrarme que sabe generar riqueza, sabe generar empleo, y por experiencia que pase de los 55 años.
Cada uno decide, y de la decisión que haga mayoría, se decide el destino de un país.
POR DIOS NO TE VUELVAS A EQUIVOCAR, QUE DE TU DECISION DEPENDE MI FUTURO TAMBIEN.